– Durante dos jornadas, 17 expertos de siete países compartieron sus experiencias y los desafíos en el corto y mediano plazo.
El Foro Latinoamericano de Economía Circular trajo a la mesa a los cuatro sectores que interactúan para llevar adelante estos procesos: Gobierno-Empresa-Academia-Sociedad Civil.
A través de las exposiciones de 17 expertos de siete países pudimos compartir avances y retos, en un proceso de aprendizaje colaborativo que continuará después de este encuentro. A continuación les presentamos las conclusiones.
Durante su exposición, Bernardo Toro nos habló del paradigma del cuidado y cómo debemos aplicarlo en los diferentes ámbitos de nuestras vidas.
Hoy “El cuidado no es una opción: Aprendemos a cuidar o perecemos.
• Tenemos que pasar de la inteligencia guerra/depredadoras a la inteligencia del cuidado.
• Aprender a cuidar de los extraños, eso significa aprender a cuidar los bienes públicos
• Aprender a hacer transacciones ganar-ganar
• Aprender a cuidar del Planeta.
Y ese cuidado, también es economía circular: aprender a producir con la menor cantidad de residuos y con el mayor cuidado al planeta.
Los mayores problemas que tendremos en el futuro surgen del cuidado de los bienes comunes (agua, genética, energía, minerales, madera, etc.)
A través de dos representantes del Gobierno boliviano, conocimos las acciones que se están desarrollando para la promoción de empresas circulares y producción limpia, haciendo énfasis en la recuperación de residuos, donde hoy se está midiendo el impacto de cada uno de los sectores económicos para llevar adelante un programa de reducción.
Desde la sociedad civil, conocimos la experiencia que hay en Bolivia, Ecuador y Argentina para llevar adelante el reciclaje inclusivo, que pone en valor el rol del recolector y busca un pago justo por su trabajo. Palmira Cadima, una recolectora, nos contó su experiencia y su vida como recolectora desde hace 15 años.
A través de la experiencia de empresas como Nestlé, Coca Cola y CBN, pudimos ver cómo es posible avanzar hacia procesos de economía circular y fijar metas en línea con la descarbonización. El reciclaje hoy es parte integral de sus procesos, así como el trabajo en alianza con otras instituciones.
Usar la agricultura para combatir la pobreza es un buen negocio y hoy la economía circular también es una realidad en este sector, donde se ha producido un cambio radical tras la pandemia y que se traduce, entre otras cosas, en la irrupción de empresas orientadas a la innovación y la tecnología para repensar la actividad en una transición hacia la agricultura 5.0.
Esto es una agricultura inteligente, que incorpora la RSE y una orientación hacia los mercados que no sacrifica la sostenibilidad por la productividad.
La experiencia de Granosol, una empresa agrícola que apuesta por la energía renovable, nos muestra las posibilidades que se abren para incorporar nuevos productos, como el sorgo, en la elaboración de biocombustibles y cómo la circularidad se puede introducir en la agricultura.
Hoy la tecnología está presente en cada etapa del proceso agrícola y apuesta también por la preservación del entorno, la generación de bonos de carbono y otros insumos para hacer sustentable la actividad.
Y en el centro de todo, está mejorar las condiciones de vida de la población, el combate al cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de C02, por lo que es prioritario preservar los bosques. Hay que medir y realizar la trazabilidad para valorizar económicamente los activos ambientales. En el caso de Bolivia, esto podría derivar en un ingreso anual por 2.080 millones de dólares.
En el eje de Academia, nuestros expositores ratificaron que la educación es la base de todo proceso de desarrollo, por lo cual el aprendizaje hoy debe ser holístico, incluir habilidades blandas y la economía circular, como elementos centrales del nuevo perfil profesional en todas las áreas.
Esto también impone el desafío de generar conocimiento de economía circular en todas sus ramas, desarrollando las herramientas en diferentes ámbitos para incidir en la formulación de las políticas públicas y en todo tipo de actividades.
Un enfoque académico debe integrar conciencia, elección, acción y evolución, además de enfrentar el reto principal de desarrollar habilidades inteligentes e impulsar un cambio de paradigma desde el individuo al trabajo con la comunidad.
El desafío ahora es: Aprender-desaprender-aprender y ser muy disruptivos en la reconstrucción de nuevos contenidos en la currícula de todas las carreras.
En el sector financiero, es evidente la necesidad de incorporar información no financiera, como, por ejemplo, aquella ligada a la mitigación del cambio climático, para la toma de decisiones y definición de inversiones. Hoy rigen una serie de estándares nuevos y no financieros, a los cuales también deben adecuarse los profesionales del área.
Estas dos jornadas nos demuestran que la economía circular es una realidad y ya no podemos evitarla. Por el contrario, debemos impulsar, desde todos los ámbitos, el cambio del modelo de producción lineal hacia el circular.
De esta forma, podremos contribuir a mitigar el cambio climático, al adecuado uso de los recursos y, lo más importante, a darles una segunda vida. Porque de lo contrario, se nos acaba la tierra, y si es así, se nos acaba la vida.
Fundación Amigarse
Organizadora
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